sábado, 11 de junio de 2016

Palabras de cristal

Estaba estudiando en la inmensa soledad de la vieja biblioteca cuando, de repente, un libro cayó al suelo, rompiendo aquella paz, que hasta aquel entonces, creía imposible perturbar. Decidí levantarme y ojear aquellos estrechos pasillos repletos de libros que parecían no tener final, y es que, aquella biblioteca era realmente grande y demasiado antigua, pero de algún modo a mi me transmitía serenidad.


Fue entonces cuando recordé el motivo por el cual me había levantado, aquel libro, abierto de par en par sobre aquel desdichado suelo; parecía ser un diario con una fecha muy antigua, 1989, diez años antes de yo nacer; aquellas dos páginas era lo último escrito por su propietario, quien resultó ser Erik, un chico en aquel entonces de mi edad, que contó palabra tras palabra su agonizante vida escolar, repleta de enormes abusos e injusticias. Según pasaba las páginas de aquel diario sentía todo su dolor, su frustración y su inmenso deseo de no seguir perteneciendo a este mundo, siendo así, el penúltimo curso el último de su vida.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario